martes, 11 de febrero de 2014

Victoria en el Bocho

Muy buen resultado el del fin de semana en Bilbao frente a Rey Ardid. La jornada empezó mucho mejor que la última vez que jugamos en la Calle Nueva, seguramente porque fue Félix quien llevó el Urnietamóvil y no Iosu. Sin que sirva de precedente llegamos sin retraso y estábamos sentados cuando se dieron marcha a los relojes. A partir de ese momento comenzaron cuatro duras partidas.

Arnáez - Iosu 0-1
Partida que siguió los cauces de una Karpov-Kasparov en Leningrado, hasta que el blanco se desvía, y en opinión del propio Garry Kimovich, de forma precipitada. Iosu rápidamente tomó la iniciativa y cuando cambión los peones de a y b por los blancos de e y c la partida estaba decantada, y poco después atrapó la dama del bilbotarra.

Félix - Basto 1-0
Partida que se resolvió en el apuro de tiempo del negro, aunque pudo haber acabado en tablas. Depués de una innovadora apertura del negro,  por lo menos ninguno de los nuestros conocía la variante que se jugó, Félix se quedó con la pareja de alfiles. Poco después preparó un truco en le que el negro cayó, ya estaba apurado, sin embargo la posición distaba de estar clara ya que el blanco tenía un rey muy pasivo y una torre también pasiva. La partida se decidió de parte del blanco porque el negro comenzó a jugar a ganar y en una de éstas se le cayó la bandera en una posición todavía incierta aunque parecía ventajosa para Félix.

Ingunza - Mendicute tablas
Partida en la que Claudio igualó fácil pero que luego no aprovechó y le dio la iniciativa al blanco, después de varios detalles tácticos que pasaron desapercibidos a ambos jugadores la partida acabó con una triple repetición cuando las blancas todavía tenían algo de ventaja, aunque nada evidente con poco tiempo en el reloj.

Martiarena - López tablas
Partida tipica de Eneko donde parece no acertar con el plan de apertura pero su dinamismo le lleva a igualar. Después de la apertura el negro tiene un buen ataque sobre el rey blanco, entonces Eneko decide sacrificar una pieza por 3 peones, que es muy difícil de refutar con el reloj en marcha ya que el rey negro se queda desprotegido de peones. Para poner más picante el blanco empieza a empujar un peón central hasta la coronación. La partida acaba cuando el negro devuelve la pieza y se produce una liquidación masiva.

Buen resultado que nos anima para los duros enfrentamientos que siguen.

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